sábado, 13 de julio de 2013

Periodistas y público se unen para apoyar a reporteros exiliados II

II
Escucha la conferencia completa aquí, si quieres escuchar a un autor en especial checa las etiquetas en el audio. 

¿Cómo se toma Reforma?


Una de las fundadoras de la Red de Periodistas de a Pie, Marcela Turati, relató el camino que emprendieron ella y otras reporteras como Daniela Rea y Daniela Pastrana en la creación de la Red que trabaja principalmente protegiendo y ayudando a periodistas en situación de peligro.


“Yo siempre había estado del otro lado, donde están los periodistas, pero de pronto me ha tocado estar aquí de este lado de la mesa en eventos por la defensa de la libertad de expresión.”  Coincidió con los demás reporteros presentes en que el sexenio de Felipe Calderón y su guerra contra el narco fueron el punto de quiebre que obligó a los periodistas a tomar partido, a involucrarse.

“El sexenio pasado a todos nos removió en lo más hondo y la emergencia nos hizo empezar a dar talleres para periodistas. De repente nos dimos cuenta de que ya estábamos tomando la avenida Reforma y marchando por las calles y ya éramos ciudadanas también.”

La crisis humanitaria que desató la guerra contra el narco de Felipe Calderón tocó también a los periodistas que se vieron obligados a salir a las calles como sucedió el pasado 28 de abril al cumplirse un año del asesinato de Regina Martínez, corresponsal de Proceso en Veracruz.

Marcela Turati platicó una anécdota  de alguna de las varias marchas que han emprendido reporteras y reporteros para pedir el cese de la impunidad y la violencia. “Ese día no sabíamos ni cómo tomar la calle, estábamos tratando de hacer nuestras pancartas, llegó gente de organizaciones de derechos humanos y nos daba pena porque no sabíamos, nunca habíamos hecho una marcha”.



“Nosotros siempre cubríamos las marchas así que les dijimos a los de las ONGs, por favor ayúdenos, ¿qué se hace? ¿cómo se hace? ¿cómo se toma Reforma? Y ellos se burlaban mucho de nosotros, nos decían “¿ya ven cabrones, lo que se siente? Se siente feo”.

En un tono más serio Marcela profundizó en el sentir de los periodistas desplazados a los que para ayudarlos, las reporteras de la Red han tenido que hacerla de “central telefónica” recibiendo sus llamadas cuando son amenazados. “Ellos no pueden rentar una casa porque no tienen un aval, a veces no pueden acceder ni al Seguro Popular porque salieron de su casa sin identificaciones, no pueden trabajar porque no tienen referencias, no pueden freelancear porque no tienen acceso a internet, su mayor deseo es salir de la incertidumbre”.

Reconstruir el tejido social

Rafael Barajas, El Fisgón, prestigiado caricaturista que publica en La Jornada y la revista El Chamuco y que recientemente escribió un ensayo titulado Las Raíces Nazis del PAN, no sólo hizo un recuento en cifras de la emergencia que vive el periodismo en México, compartió su análisis sobre el contexto de dicha emergencia y aventuró algunas soluciones posibles.

“Desde el año 2000 son 87 periodistas asesinados, hay 18 desaparecidos y 16 más desplazados, por otro lado, es sabido que dos mil familias concentran el grueso de la riqueza mundial y uno de los negocios de estas dos mil familias son los medios de comunicación”.
“Estos medios de comunicación como Televisa, no operan de manera gratuita o casual, son parte de operativos psicológicos complejos vinculados al poder político, todo esto se contextualiza dentro de una guerra de cuarta generación que se complementa con actos aislados de violencia para generar pánico y temor”.

Según El Fisgón, la violencia en contra de algunos medios y sus trabajadores se inscribe en el contexto del neoliberalismo y su objetivo es desorganizar y desarticular no sólo al gremio periodístico sino a la sociedad en su conjunto.

“Por eso debemos reconstruir el tejido social, lo que ustedes y nosotros venimos a hacer aquí, hacer crecer las redes de la solidaridad. No estamos solos, tenemos que aprender a movilizarnos, tenemos que aprender que la movilización es importante desde para proteger a los periodistas hasta para la defensa del petróleo”.


De Coahuila a Tamaulipas no hay posibilidad de narrar lo que está pasando

Un testimonio de la todavía más crítica situación que vive el periodismo en el noreste del país fue lo que ofreció Diego Enrique Osorno, cronista mexicano cuyo último libro se titula La Guerra de los Zetas.

Si bien hoy los reporteros viven en situación de riesgo aun en la ciudad de México, Diego Osorno cuenta que la situación del noreste del país es todavía peor, “no hay narrativa, no hay manera de narrar lo que está pasando”.

“De Piedras Negras, Coahuila a Matamoros, Tamaulipas el trabajo del reportero es casi imposible de hacer, no hay posibilidad de narrar lo que está pasando, que es peor todavía que lo que pasa en Ciudad Juárez o Sinaloa, que como saben, es ya de por sí muy grave”.

Relata que un amigo le comentó alguna vez, “medio en broma y medio en serio” que Tamaulipas es el lugar del país donde más notas sobre ecología hay en los diarios pues los reporteros no pueden tocar temas del narcotráfico. Cuenta que incluso, cuando se supo de la masacre de los 72 migrantes en San Fernando, los diarios tamaulipecos no publicaron la nota, salvo algunos que lo hicieron en interiores, “y no es que los editores sean unos imbéciles, es una cuestión de supervivencia”.

Para finalizar, Diego compartió con el público un breve poema de Samuel Noyola, poeta desaparecido desde 2008. “Cada vez que lo leo pienso en los colegas que están en esta situación, se llama Elegía, soñé con un amigo que está muerto, no se si por furia o alegría nos empezamos a golpear, ya no se si le pegaba a la muerte o al amigo”.



@a_ilizaliturri

No hay comentarios:

Publicar un comentario