II
Escucha la conferencia completa aquí, si quieres escuchar a un autor en especial checa las etiquetas en el audio.
¿Cómo se toma Reforma?
Una de las fundadoras de la
Red de Periodistas de a Pie, Marcela Turati, relató el camino que emprendieron
ella y otras reporteras como Daniela Rea y Daniela Pastrana en la creación de
la Red que trabaja principalmente protegiendo y ayudando a periodistas en
situación de peligro.
“Yo siempre había estado del
otro lado, donde están los periodistas, pero de pronto me ha tocado estar aquí
de este lado de la mesa en eventos por la defensa de la libertad de
expresión.” Coincidió con los demás
reporteros presentes en que el sexenio de Felipe Calderón y su guerra contra el
narco fueron el punto de quiebre que obligó a los periodistas a tomar partido,
a involucrarse.
“El sexenio pasado a todos
nos removió en lo más hondo y la emergencia nos hizo empezar a dar talleres
para periodistas. De repente nos dimos cuenta de que ya estábamos tomando la
avenida Reforma y marchando por las calles y ya éramos ciudadanas también.”
La crisis humanitaria que
desató la guerra contra el narco de Felipe Calderón tocó también a los
periodistas que se vieron obligados a salir a las calles como sucedió el pasado
28 de abril al cumplirse un año del asesinato de Regina Martínez, corresponsal
de Proceso en Veracruz.
Marcela Turati platicó una
anécdota de alguna de las varias marchas
que han emprendido reporteras y reporteros para pedir el cese de la impunidad y
la violencia. “Ese día no sabíamos ni cómo tomar la calle, estábamos tratando
de hacer nuestras pancartas, llegó gente de organizaciones de derechos humanos
y nos daba pena porque no sabíamos, nunca habíamos hecho una marcha”.
“Nosotros siempre cubríamos
las marchas así que les dijimos a los de las ONGs, por favor ayúdenos, ¿qué se
hace? ¿cómo se hace? ¿cómo se toma Reforma? Y ellos se burlaban mucho de nosotros,
nos decían “¿ya ven cabrones, lo que se siente? Se siente feo”.
En un tono más serio Marcela
profundizó en el sentir de los periodistas desplazados a los que para
ayudarlos, las reporteras de la Red han tenido que hacerla de “central
telefónica” recibiendo sus llamadas cuando son amenazados. “Ellos no pueden
rentar una casa porque no tienen un aval, a veces no pueden acceder ni al
Seguro Popular porque salieron de su casa sin identificaciones, no pueden
trabajar porque no tienen referencias, no pueden freelancear porque no tienen
acceso a internet, su mayor deseo es salir de la incertidumbre”.
Reconstruir el tejido social
Rafael Barajas, El Fisgón,
prestigiado caricaturista que publica en La Jornada y la revista El Chamuco y
que recientemente escribió un ensayo titulado Las Raíces Nazis del PAN, no sólo
hizo un recuento en cifras de la emergencia que vive el periodismo en México,
compartió su análisis sobre el contexto de dicha emergencia y aventuró algunas
soluciones posibles.
“Estos medios de
comunicación como Televisa, no operan de manera gratuita o casual, son parte de
operativos psicológicos complejos vinculados al poder político, todo esto se
contextualiza dentro de una guerra de cuarta generación que se complementa con
actos aislados de violencia para generar pánico y temor”.
Según El Fisgón, la
violencia en contra de algunos medios y sus trabajadores se inscribe en el
contexto del neoliberalismo y su objetivo es desorganizar y desarticular no
sólo al gremio periodístico sino a la sociedad en su conjunto.
“Por eso debemos reconstruir
el tejido social, lo que ustedes y nosotros venimos a hacer aquí, hacer crecer
las redes de la solidaridad. No estamos solos, tenemos que aprender a
movilizarnos, tenemos que aprender que la movilización es importante desde para
proteger a los periodistas hasta para la defensa del petróleo”.
De Coahuila a Tamaulipas no
hay posibilidad de narrar lo que está pasando
Un testimonio de la todavía
más crítica situación que vive el periodismo en el noreste del país fue lo que
ofreció Diego Enrique Osorno, cronista mexicano cuyo último libro se titula La
Guerra de los Zetas.
Si bien hoy los reporteros
viven en situación de riesgo aun en la ciudad de México, Diego Osorno cuenta
que la situación del noreste del país es todavía peor, “no hay narrativa, no
hay manera de narrar lo que está pasando”.
“De Piedras Negras, Coahuila
a Matamoros, Tamaulipas el trabajo del reportero es casi imposible de hacer, no
hay posibilidad de narrar lo que está pasando, que es peor todavía que lo que
pasa en Ciudad Juárez o Sinaloa, que como saben, es ya de por sí muy grave”.
Relata que un amigo le
comentó alguna vez, “medio en broma y medio en serio” que Tamaulipas es el
lugar del país donde más notas sobre ecología hay en los diarios pues los
reporteros no pueden tocar temas del narcotráfico. Cuenta que incluso, cuando
se supo de la masacre de los 72 migrantes en San Fernando, los diarios
tamaulipecos no publicaron la nota, salvo algunos que lo hicieron en
interiores, “y no es que los editores sean unos imbéciles, es una cuestión de
supervivencia”.
Para finalizar, Diego
compartió con el público un breve poema de Samuel Noyola, poeta desaparecido
desde 2008. “Cada vez que lo leo pienso en los colegas que están en esta situación,
se llama Elegía, soñé con un amigo que está muerto, no se si por furia o alegría
nos empezamos a golpear, ya no se si le pegaba a la muerte o al amigo”.
@a_ilizaliturri
No hay comentarios:
Publicar un comentario