(Entrevista)
“Empezando el sexenio de Fox, lo agarraron con
trabajo infantil en su rancho”. Así
comienza la entrevista con José Luis Gutiérrez, el director del Centro de Apoyo
al Menor Trabajador de la Central de Abasto (CAMT), una Institución de
Asistencia Privada que ofrece descanso y educación a niños y jóvenes que
trabajan en el mercado más grande de América Latina.
Cuando José Luis recuerda
que el ex presidente de México aceptó haber utilizado mano de obra infantil en
las labores agrícolas de su rancho resume lo que para él es el punto más
importante del problema “el Estado es el
primer violador de los derechos de estos jóvenes”.
Seis gobernadores son responsables del trabajo
infantil en la ciudad de México. Michoacán, Puebla, Chiapas, Veracruz, Oaxaca y
viene una población menor de Querétaro, de Guanajuato y de Tlaxcala. Los chavos
vienen, se ganan un billete y van y se lo gastan en su estado, ¿quién se beneficia?
El estado dice qué bueno, que se larguen estos cabrones a chambear y yo no
tengo que estar manteniéndolos.
Con más de 20 años de
experiencia trabajando con el fenómeno del trabajo infantil, José Luis asegura
que es un problema generacional.
No es la primera generación que viene y no va a ser
la última. Vino el abuelo, el padre, el hijo y así se van generación tras
generación. El chavo viene en periodo vacacional para ganarse unos pesos pero
cuando llega y se gana 200 pesos dice ya la hice. Allá en el pueblo trabaja
ocho o diez horas para el pinche cacique y le pagan 50 pesos. ¿Tú crees que en
una empresa le van a pagar los 200 pesos diarios que se gana aquí?
Aunque los niños que
trabajan en la CEDA lo hacen en condiciones pésimas ganan más dinero que en sus
comunidades. Es la analogía de la migración México-Estados Unidos a nivel
nacional.
Hay una bola de chamacos que están saliendo de sus
lugares de origen a buscar formas de subsistencia. Estos gobernadores de los
seis estados deberían de tener proyectos para que los chavos no salieran de sus
lugares de origen. Hay una violación a sus derechos desde que tienen que salir
de sus casas. Vienen los chavos de Chiapas y tu te extrañarías de ver cómo
llegan. No habían visto agua entubada, algunos se bañan una vez a la semana,
vienen sin actas de nacimiento. Algunos dicen venir con la secundaria terminada
y cuando les hacemos el examen no pasan ni primero de primaria.
Y la violación a los
derechos humanos de los menores que se da desde que son obligados a dejar sus
comunidades se agrava por las condiciones de vida que enfrentan en la ciudad de
México.
Sus condiciones son pésimas. Tu entras a un cuarto
donde viven ellos y vomitas… vomitas… vomitas. Viven hasta seis o siete de
ellos en un cuarto. Todo alrededor de la Central de Abasto se ha convertido en
una zona semi rural.
Sin embargo, José Luis
también mencionó que además de los gobiernos, los padres y los maestros tienen
su parte de responsabilidad en el problema.
Nosotros vamos con los papás y los convencemos, les
decimos ándele déjelo estudiar, déjelo que venga un rato y algunas veces ceden,
otras no. ¿Y es más fácil que cedan
o que no? Es más fácil que no. Les
crearon la mentalidad desde pequeños que había que atorarle, ellos nacieron con
ese chip ya. No les dieron otra forma de vida más que esa. Pero aparte de eso, malos
maestros. Ese niño por ejemplo, viene de 16 años con tercero de primaria, en
una escuela de un pueblo donde les enseñan con televisión porque ni maestro
tenían. Un maestro que no va, que le pega, que no le enseña bien, que no le
tiene paciencia, eso obliga más al chavo a que deserte. Hay quien te dice
claramente, mire maestro a eso yo no le entro, yo nací para trabajar y ¿cuántos
años tienes? Trece.
Una vez fuera el tema de la
educación, vale la pena mencionar lo que dijo el director del CAMT sobre un
aspecto que no fue abordado por la reforma educativa con el mismo ahínco que la
evaluación magisterial: la alimentación.
La alimentación tiene mucho que ver. Desde antes de
nacer ya traen una mala alimentación. Eso afecta su capacidad de retención,
además de que son niños que empiezan tarde a estudiar, no fueron al kínder. Hay
unos que te dicen ¿por qué no se me queda nada maestro si le pego y le pego al
estudio?
Según José Luis, aunque
Jorge*, que viene de Michoacán y está por hacer el examen de ingreso a la
preparatoria se prepare muy bien, es difícil que apruebe. Se unirá a la
multitud de jóvenes rechazados por el sistema educativo. En el mejor de los
casos seguirá trabajando en la Central sin hora de salida y sin sueldo fijo. En
el peor, se mudará a un negocio un poco más peligroso, el de la construcción o
incluso, aunque poco probable en su caso porque los jóvenes que vienen de
provincia están acostumbrados a trabajar según cuenta el director del CAMT,
terminará como muchos jóvenes de la ciudad sin
hacer nada, drogándose, viendo a quién atracan, porque no hay nada. Cuando se
intente hacer que la gente tenga actividades van a cambiar los jóvenes, los
jóvenes no tienen nada.
*Su nombre verdadero se modificó pues el entrevistado prefirió permanecer en el anonimato.
@a_ilizaliturri
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