viernes, 11 de octubre de 2013

Profesores de Chile pararon labores exigen dignas condiciones laborales





 Santiago de Chile, 11 de octubre.- “Yo llevo diez años trabajando como profesora, llevo diez años trabajando a contrata, cada año me renuevan el contrato, no genero antigüedad”. “A mi el Estado me debe 150 millones de pesos”. “Los recursos para educación se desvían, no cumplen su objetivo”. Esas fueron algunas de las voces de los más de 30 mil maestros que se manifestaron hoy en Santiago dentro del paro nacional realizado por el Colegio de Profesores.




Las denuncias del magisterio fueron varias. Desde la situación de los profesores a contrata, es decir, profesores que no son empleados de planta sino que son contratados año con año hasta la llamada deuda histórica, que el Estado tiene con los profesores desde la época del gobierno militar.

Sin embargo, el paro nacional giró en torno a la Ley de Carrera Docente propuesta por el gobierno que, como dijo Ricardo Muñoz Carmona profesor de artes musicales en Puerto Montt al sur de Chile, “es un parche, una ley sustitutiva, no una verdadera carrera docente”.

Luis Rodríguez, profesor jubilado de castellano, abundó en el tema diciendo que “tenemos en Chile una carrera docente inconducente. Lo único que hace es a través de bonos, ampliar un poco los ingresos de los profesores, pero los bonos no son permanentes, no se reflejan en la jubilación. La carrera docente debería impulsar que los profesores en algún momento lleguen a asumir funciones directivas y esto aquí no ocurre”.

Pese a la negativa del Colegio de Profesores, la iniciativa de ley que modifica la actual Carrera Docente fue aprobada por la Cámara de Diputados hace unos días. Al respecto, el profesor Ricardo Muñoz Carmona señaló: “aprobaron ya la ley sin ningún respeto y sin saber cuáles son las demandas, los factores que podrían influir en mejorar la educación”.

Escuelas cerradas, profesores “de temporada” y deuda histórica

Además del rechazo general a la nueva Ley de Carrera Docente, la marcha de profesores sirvió para que docentes de distintas regiones de Chile expusieran sus inconformidades.

Desde el interior de Santiago, el profesor Abelardo Montenegro expresó su negativa al cierre de escuelas que ha encabezado el alcalde Santiago Rebolledo en la comuna de La Cisterna.

Denunció que la escuela Sergio Silva, el Liceo Portal y el Liceo 111 han cerrado por decisión de la alcaldía. “Hay una argucia legal, entran en receso pero el receso es sinónimo de cierre, el alcalde tiene hasta el nueve de noviembre para ratificar el receso o terminarlo”. Añadió que el motivo del cierre es económico, es decir, falta de recursos, pero él duda de que el dinero destinado a educación no alcance para cubrir la operación de las escuelas.

“Uno saca las cuentas de la matrícula, la asistencia diaria versus los costos y el déficit no es tan millonario como suelen decir, la hipótesis es que hay otras salidas de la plata destinada a educación, se va hacia otro lado”.

Nicómedes Espinoza por su lado, profesor jubilado de Coquimbo, al norte del país, dijo que lucha “desde hace 25 años por la deuda histórica” y explicó brevemente de qué se trata ésta última. “Viene cuando pasamos a ser administrados por la municipalidad donde el gobierno militar dio un reajuste de sueldos al 90% de los servidores público pero después de un año Pinochet paró esto por problemas económicos, después continuó pero ya no nos incluyó a nosotros los profesores”.

El profesor jubilado relató que ya se han ganado dos juicios en el extranjero, sin embargo el gobierno no ha pagado la deuda que en su propio caso llega a 150 millones de pesos (375 mil pesos mexicanos).

Andrea, por otro lado, lleva diez años como profesora a contrata. “Cada año nos renuevan contrato y estamos peligrando, no podemos pedir crédito hipotecario porque nos somos confiables para los bancos”. Andrea detalló que la ley vigente permite tener profesores fuera de los puestos de planta, con contratos de sólo un año pero sólo de forma esporádica, “pero ellos lo toman a conveniencia de ellos”.

También existen profesores que son contratados en marzo, despedidos en diciembre y de nuevo contratados en marzo, por lo tanto durante las vacaciones de verano en el país andino los profesores quedan a la deriva. A esto se suma que los docentes no generan antigüedad lo que se refleja en sus pensiones. “Tuvimos una colega que trabajó 15 años a contrata, llegó a su edad de jubilación, no la contrataron más y se fue ganando una mísera pensión de 150 mil pesos mensuales” ( tres mil 750 pesos mexicanos).

 Arturo Ilizaliturri

 

 

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