(Opinión)
ABC nunca más es un
documental que pinta de cuerpo entero a México, un país de contrastes. Es una
dolorosa estampa de la insensibilidad de los poderosos a quienes no conmueve
nada, pero también lo es de la valentía de los de abajo, aquellos que lo han perdido
todo y sin embargo no se encerraron en su dolor sino que lo volvieron motor de
una lucha en nombre de los niños mexicanos.
Pedro Ultreras, director del
documental, logró algo inesperado. Encontró historias de esperanza en el
escenario más desolador que uno se pueda imaginar: el de 49 familias que lo han
perdido todo por culpa de la negligencia y el tráfico de influencias.
El filme, sin embargo, no
olvida las implicaciones sociales y políticas. Aunque el hilo conductor son las
historias de tres familias, Pedro Ultreras logra describir de una manera muy
cinematográfica, valiéndose de un gran trabajo de edición, cómo las cúpulas del
poder conspiraron para mantener el caso en la impunidad.
Los primeros diez minutos
son impactantes, es casi imposible retener las lágrimas o no apretar los puños
o la mandíbula. El coraje sigue a la tristeza. La adecuada selección del
material de stock y su precisa edición logran describir el incendio del cinco
de junio de 2009 en su dimensión más compleja: la humana.
Es esta dimensión humana la
que domina el documental y es dentro de esta dimensión que la tragedia del
cinco de junio puede entenderse en toda su complejidad. Gracias a que la
película explora el lado más humano de la tragedia nos damos cuenta de que la
definición de accidente le queda corta al hecho. Una de las historias, la de
Mary Campos madre de Lucía Guadalupe, es una clara demostración de cómo en
México lo peor no le pasa a cualquiera sino a los más golpeados económica y
socialmente. El cinco de junio no ocurrió un accidente sino una indignante
continuación de la desigualdad social.
A pesar de todo, ABC nunca
más llega a ser un documental luminoso porque cuenta cómo en los rincones más
oscuros aparecen los destellos más brillantes. La secuencia de Germán León y
Ofelia Vázquez, padres de Germán Paul, en el cementerio es una bella metáfora
visual de lo anterior gracias a lo bien fotografiada que está.
Ver ABC nunca más es
indignante, pero dignifica. La lucha de las 49 familias que perdieron a sus
hijos hace casi cuatro años y de las decenas más que sufren por las heridas que
aun llevan sus niños es un ejemplo de dignidad elocuente. El documental
sintetiza y muestra muy bien los contrastes de un país como México contenidos
en la tragedia de la guardería ABC: un país que permite que la muerte de 49
niños quede en la impunidad no tiene futuro, pero un país en el que 49 familias
que lo han perdido todo se levantan a luchar tiene muchas esperanzas.
*ABC nunca más se estrena este viernes 24 de mayo en la Cineteca Nacional.
@a_ilizaliturri
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