lunes, 19 de agosto de 2013

Privatización de las semillas y liberación de transgénicos. Las empresas transnacionales contra el pueblo chileno.



Viña del Mar 18 de agosto.- Miles de chilenos salieron a las calles en todo el país este sábado para mostrar su rechazo a dos proyectos de ley que buscan la privatización de las semillas y la liberación de cultivos transgénicos en todo Chile.

Movilización contra la ley de obtentores vegetales,
presentadoen su momento por Michelle Bachelet
El primer proyecto de ley se llama Ley de Obtentores Vegetales y pretende elevar a rango de ley nacional el convenio UPOV 1991. La Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV) es un organismo intergubernamental encargado de velar por los intereses de los creadores y propietarios de nuevas variedades de semillas también conocidos como obtentores.


El Tratado de Libre Comercio vigente entre Estados Unidos y Chile obliga al país andino a ratificar el convenio de 1991 de la UPOV que da más derechos a las empresas o a particulares que pretendan patentar nuevas variedades de semillas.
Según Joel González coordinador del movimiento Yo No Quiero Transgénicos en Chile, estas empresas transnacionales “utilizan el eufemismo de registro de propiedad intelectual, pero es claramente una privatización de las semillas”.
Según el convenio UPOV 1991 se requerirá la autorización del obtentor, es decir, de la empresa o del particular que patente la semilla, para “la producción o reproducción, oferta en venta y cualquier forma de comercialización” de las semillas.
Este convenio generaría el monopolio de las semillas y, entre otras cosas, acabaría con el trafkintu, práctica ancestral del pueblo mapuche.
Jóvenes practican la ancestral práctica mapuche del trafkintu
o trueque de semillas.
Aarón practica junto a unos seis o siete compañeros precisamente el trafkintu. Sentados sobre el piso de la plaza Sotomayor en el centro de Valparaíso colocan semillas de distintos tipos en pedazos de papel periódico, examinan las semillas, las huelen. Uno dice a los demás qué tipo de semillas trae y los trozos de periódico con las semillas pasan de un lado a otro en el círculo de jóvenes sentados en torno a la antigua práctica mapuche.
“La idea de los pueblos originarios era intercambiar todas las variedades de cultivo local con los distintos pueblos, la idea era potenciarse mutuamente y seguir conservando las semillas”. Para Aarón, la aprobación de la ley de obtentores vegetales sería el fin de esta práctica pero además la extinción de la variedad de semillas en toda América Latina. “Nos van a prohibir el derecho a intercambiar las semillas. Las grandes empresas que patentan semillas solamente ponen en el mercado una variedad entonces todo el patrimonio, toda la variedad de semillas por ejemplo de maíz que hay en México o en Perú se va a perder”.
Además de la privatización de las semillas existe un proyecto de ley que liberaría los cultivos transgénicos para consumo local ya que hoy en día los cultivos transgénicos sirven solamente para exportación.
Joel González advierte que los riesgos de la liberación de los cultivos transgénicos son varias. Desde la contaminación de todos los demás cultivos por medio del polen transgénico hasta afectaciones a la salud. “Hace tiempo atrás se rechazó un embarco importante de miel chilena desde Alemania por encontrarse rastros del maíz Mon810 que es un tipo de maíz que está prohibido en Alemania”.
Sobre las afectaciones a la salud aun no hay certeza, sin embargo, Joel relaciona el incremento de enfermedades como el cáncer y la diabetes infantil al cada vez mayor consumo de alimentos con trasngénicos. “Hay algunos experimentos con ratas que demuestran que a largo plazo los transgénicos pueden producir cáncer, afectaciones a los riñones, al hígado”.
Según el coordinador de Yo No Quiero Transgénicos en Chile, “el 70% de los productos industrializados derivados del maíz, la soya y la canola son derivados de semillas transgénicas”. Es por eso que Joel cree que es cuestión de tiempo para que se prueben los daños a la salud de los transgénicos en humanos.
“El testeo en humanos está en proceso pues tiene que ver con nuestra alimentación de todos los días. Se podría decir que cada persona en este momento juega el papel de una rata de laboratorio”.
Será a finales de agosto cuando el Congreso discuta la Ley de Obtentores Vegetales. Por lo pronto, un sector considerable del pueblo chileno ya expresó su veredicto: “Yo No Quiero Transgénicos en Chile”.
 
 
@a_ilizaliturri

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